Unos 20 millones de personas, un 15% de la población de Rusia, trabajan en empleos sumergidos, informó la viceprimera ministra para la política social, Olga Golodets, después de reunirse con los ministros de Trabajo y Empleo del G-20.
“La economía sumergida rusa se estima en 20 millones de personas. Es un problema grave ya que constituye una violación de los derechos de los trabajadores”, declaró Golodets.
A la vez, Golodets subrayó que en Rusia existen mecanismos que incitan a los empleadores y los trabajadores a formalizar sus relaciones de manera debida. Es importante, en particular, para las cotizaciones al Fondo de Pensiones ya que, según las nuevas normas, el importe total de la jubilación se calcula a partir de los años trabajados y el salario oficial.
“48 millones de ciudadanos rusos activos trabajan en el sector legal. Sin embargo, esto no significa que los restantes 38 millones están empleados en la economía sumergida ya que entre ellos están las mujeres que cuidan a sus hijos, los militares, etc.”, añadió Golodets.
El miércoles, el secretario general de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, Ángel Gurría, también constató que el mercado laboral sumergido en Rusia es menos importante que en algunos otros países del G-20.
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