Acostumbrados al exceso y al estruendo del espectáculo, el diseñador Damir Doma devuelve a la pasarela la sobriedad y el minimalismo propio los noventa, con una colección de líneas puras y geométrica dirigida a una mujer elegante y segura de su feminidad.
Acompañado por un piano en directo y un asfixiante calor, Doma ha elegido el romántico jardín del Palacio Corsini (Florencia) para llevar a escena su particular visión de la moda de mujer, que ha definido en un encuentro con los medios como "arquitectónica", "gráfica" y la "más geométrica hasta el momento".
Damir Doma es un diseñador de origen croata, aunque creció en Alemania y ahora está afincado en París. Criado en el atelier de Raf Simmons, este año ha sido escogido como uno de los invitados de honor de la feria de moda Pitti Uomo, para la que ha pertrechado una delicada propuesta de vestidos y trajes dos piezas, marcada por las líneas puras y el juego de formas geométricas.
Una pieza semitransparente de gasa en tono crudo y con rallas negras, cuya forma recordaba al quimono japonés, o un vestido en tono onix y formado por una falda con plisado delantero y camisa abierta en la espalda, sintetizan la propuesta que el diseñador ha querido plasmar en su colección crucero para mujer presentada esta noche en Florencia.
Las siluetas resaltan los hombros y la cintura, con el objetivo de dar forma al cuerpo y ocultarlo, en una paleta de colores que van del blanco roto al negro onix, pasando por el violeta de lanas, sedas y algodones, que recordaban a la fachada de piedra del palacio.
Teñida de la sobriedad minimalista de los noventa, el público ha acogido positivamente la propuesta de Doma, que ha arrancado varios aplausos al exigente público italiano y a la prensa internacional congregada.
En una industria más acostumbrada a los excesos que a la contención, la propuesta de este joven diseñador no extraña cuando desvela uno de sus máximos ídolos, Giorgio Armani, cuya estela se entrevé en su propuesta dirigida a una mujer sofisticada, a la vez que sobria y consciente de su elegancia.
Pero no es esta su única inspiración, Doma ha entregado a cada asistente una pequeña magazine, que recoge a modo de 'collage' todas y cada una de las imágenes, obras de arte, y texturas, en las que se ha inspirado para pertrechar esta delicada colección.
Un cuadro firmado por Reinhardt en lenguaje geométrico y tonos violetas se ha materializado en un vestido recto hasta los tobillos con dibujos angulosos del mismo color, mientras que una fotografía de Mappelthorpe en blanco y negro que retrata un solitario crisantemo, se ha visto transformado en un traje dos piezas que jugaba con las formas en blanco y el negro.
Una singular visión de la moda que le ha permitido, con tan solo 32 años, triunfar en la pasarela de París con líneas para hombre y mujer, y contar con su propia tienda en la prestigiosa Rue Faubourg Saint Honore.
Doma ha sonreído ante las preguntas sobre su gran popularidad en su país de origen, Croacia: "Es un país muy pequeño, es fácil tener fama", ha asegurado este joven diseñador, dotado de una humildad y una exquisitez inusitada en el mundo de la moda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario