Nuevos tratamientos para la humanidad, el objetivo de mi
investigación : Kjell Fuxe
El
neurocientífico sueco, ahora Miembro Correspondiente de la AMC, ha propuesto
nuevos mecanismos de comunicación entre neuronas que piensa utilizar para
mejorar los actuales tratamientos contra enfermedades neurológicas y psiquiátricas
Las
investigaciones de Fuxe, profesor emérito del Instituto Karolinska en Suecia y
miembro del comité que otorga el Premio Nobel en Medicina o Fisiología en la
misma organización, han servido de base para el entendimiento de la
comunicación entre neuronas en el sistema nervioso central de los mamíferos,
dijo Pérez de la Mora al leer la semblanza del científico. “Su nombre y
sus trabajos seminales en este campo son familiares a todos los que nos
ocupamos en esta materia científica”.
Debido a que su trabajo está enfocado a la
biomedicina, Fuxe dijo por su parte que
el principal interés es encontrar novedosos tratamientos para atender
enfermedades neurológicas y psiquiátricas como las adicciones, la depresión, la
esquizofrenia y el Parkinson. “Ese es el objetivo de mi investigación”, afirmó.
El
estrecho vínculo que hay entre el neurocientífico sueco y México respaldan su ingreso
a la AMC. “Desde hace más de 40 años, el doctor Fuxe ha trabajado con grupos
especializados en las áreas de neurociencias en nuestro país, principalmente
con investigadores de la UNAM, en particular del Instituto de Fisiología
Celular, Biotecnología y Neurobiología”, comentó José Franco, quien hizo
entrega del diploma que acredita el ingreso como Miembro Correspondiente.
“Adicionalmente
a sus contribuciones de talla internacional, debemos subrayar su compromiso y
dedicación hacia nuestro país: ha colaborado en diversas actividades académicas
en México y desde el 2004 funge como evaluador externo en IMPULSA, un proyecto
de la UNAM destinado a desarrollar tratamientos para la enfermedad del
Parkinson”, agregó.
En
el evento, Kjell Fuxe ofreció una conferencia sobre sus más recientes
investigaciones, las cuales lo han llevado a proponer un nuevo modelo de
comunicación entre neuronas.
Explicó que el modelo “tradicional” supone que
luego de ser liberados por las células nerviosas, los neurotransmisores (las
sustancias que regulan la comunicación entre neuronas y diferentes funciones
orgánicas, como las emociones o el sueño) se unen a los receptores presentes en
otras células nerviosas para formar un gran complejo de moléculas, el cual
activa una cascada de señales químicas dentro de éstas.
En el modelo que propone el científico sueco,
junto con sus colaboradores, la integración de la información en las neuronas
no es una acción separada e individual de muchos receptores, sino que dos o más
moléculas receptoras de neurotransmisores pueden interaccionar entre ellas para
dar una respuesta o señal química más específica o condicionada.
Fuxe reconoció que aún no tiene evidencias
contundentes sobre la existencia en el cerebro de estos “heterómeros”, como
llama a los receptores que interactúan entre ellos, por dificultades técnicas,
pero sigue en la búsqueda.
Con sus resultados, comentó José Bargas,
investigador del IFC, Fuxe está mostrando que estos receptores interactúan
entre sí logrando acciones que no podrían hacer solos, y al poder combinarse
entre ellos aparece la posibilidad, aún lejana, de diseñar drogas que actúen
sobre las combinatorias de los receptores, lo que en su opinión será
extraordinario porque si resulta cierta la hipótesis habrá muchos nuevos
tratamientos, impensables por ahora.
Una de las aportaciones que Bargas destacó
sobre el trabajo de Fuxe y que ha sido muy relevante en el entendimiento del
flujo de información en el cerebro, es
el trazado que realizó de todas las vías neuromoduladoras en este
órgano, el cual ya aparece en los libros de texto de fisiología, neurociencias
y medicina.
“Después
Fuxe mostró que los moduladores que usaban esas vías no necesariamente
funcionaban a través de sinapsis (la unión especializada entre neuronas que
permite el paso del impulso nervioso de una célula a otra)”, explicó Bargas,
quien añadió que también demostró que ocurría mediante un mecanismo al que
llamó ‘transmisión por volumen’, en el que los neurotransmisores pueden actuar
a distancia, ocupar grandes volúmenes y modular muchos tipos de células.
“De hecho, esta es la razón por la cual
funcionan las drogas porque si actuaran solo a través de la sinapsis nada se
podría curar; las drogas funcionan porque se disuelven en el líquido
extracelular y llegan a hasta su blanco. Fuxe mostró que eso pasa”, afirmó.
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