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martes, 9 de abril de 2013

Margaret Thatcher, una antifeminista pionera en política

LONDRES (AFP)

"El feminismo es un veneno", dijo en una ocasión Margaret Thatcher, primera y hasta ahora única mujer en haber ocupado la jefatura de Gobierno en el Reino Unido, que se convirtió, probablemente a su pesar, en un modelo para muchas de sus conciudadanas en materia de igualdad.

En las discusiones apasionadas sobre el legado de la 'Dama de Hierro' desde su muerte el lunes, el feminismo ocupa un lugar preponderante para intentar dilucidar si Margaret Thatcher fue o no un ejemplo para las mujeres en la lucha por la igualdad.

El presidente estadounidense, Barack Obama, la considera "una prueba para nuestras hijas de que no hay ningún techo de cristal que no se pueda romper" para acceder a las mismas funciones que los hombres. Pero durante once años en el poder (1979-1990), la conservadora Thatcher siempre estuvo rodeada de equipos exclusivamente masculinos, exceptuando a Janet Young, presidenta de la Cámara de los Lores.

"Se le puede criticar por no haber llamado a mujeres" para puestos de responsabilidad, dijo a la AFP Gisela Stuart, una diputada laborista. "Pero hizo caer barreras y le tocó a la generación siguiente de mujeres franquearlas", añade. Según este diputada, Thatcher "no les tendió la mano para ayudarlas [pero] demostró que no hay ningún campo en el que una mujer no pueda triunfar".

En 1990, cuando Thatcher dejó el poder, la Cámara de los Comunes sólo tenía 40 mujeres, y hoy tiene 146 (de un total de 650).

"También atacó el feudo masculino en los sindicatos. La izquierda se olvida con frecuencia que es difícil encontrar un lugar más machista que un sindicato", asegura Stuart.

Según la escritora feminista Beatrix Campbell, Margaret Thatcher nunca hizo nada para convertirse en modelo para otras mujeres. "No ejerció el poder diciendo a las mujeres 'Podéis ser como yo', sino afirmando 'Soy una excepción'", recordó la escritora en un debate en la BBC. "Thatcher odiaba el feminismo. Era elitista, nunca fue igualitaria", explicó Campbell, que asegura que la 'Dama de Hierro' "dio un rostro femenino a un proyecto político profundamente patriarcal".

Durante su carrera, Thatcher nunca escondió su desprecio por las militantes feministas. "La batalla por los derechos de las mujeres ha sido ganada ampliamente. Me horrorizan los sonidos estridentes que emiten algunas feministas", dijo en 1982. "Odio el feminismo, es un veneno", declaró en otra ocasión a su consejero, el historiador Paul Johnson.

Pero Thatcher, casada y con dos hijos, también supo elogiar a su manera las virtudes de las mujeres en política. "En política, si quiere que se diga algo, pídaselo a un hombre. Si quiere que se haga algo, pídaselo a una mujer", afirmó en una ocasión.

La diputada conservadora Margot James, que tenía 20 años cuando Thatcher llegó al poder en 1979, explicó a la BBC que fue "el mejor de los modelos posibles". Según James, su entorno exclusivamente masculino se explica porque "había pocas mujeres en política y tenía poco margen de maniobra". "Democratizó Gran Bretaña en muchos sentidos, desbloqueó la economía y dio una oportunidad a todo el mundo, independientemente de su sexo", aseguró la diputada.

En la prensa también hay debate sobre el legado de Thatcher como ejemplo para las mujeres. "Todo el mundo sabe que la Dama de Hierro no se consideraba feminista, pero eso no significa que no pueda ser un icono para todos las mujeres que se consideran feministas", afirma Emma Barnett en el Daily Telegraph.

"Su feminismo estaba basado en la idea de que 'Si yo lo hecho, vosotras también podéis'. Al fin y al cabo es quizás el mayor legado que nos ha dejado", afirma Alison Phillips en el Daily Mirror.

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