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jueves, 28 de septiembre de 2017
Nueva Kumari (diosa viviente) de Katmandú
viernes, 22 de septiembre de 2017
La ciencia explica el terremoto
México, Conacyt / ciberpasquinero
Hasta la tarde del miércoles 20, las autoridades anunciaban que la cifra de víctimas del sismo alcanzaban 249, además de daños aún incuantificables en edificios, mobiliario urbano e infraestructura vial. Las escenas y situaciones recordaban la experiencias de 1985.
Al mismo tiempo que los servicios de emergencia, el Ejército Mexicano y miles de voluntarios salían a las calles para auxiliar a las víctimas en las zonas más dañadas por el terremoto, la población mexicana también se planteaba preguntas y demandaba explicaciones: ¿por qué este sismo fue tan devastador?, ¿fue este el "gran terremoto" que anticipan los expertos desde hace tres décadas?, ¿cómo puedo determinar si hay daños estructurales en mi vivienda?
Ante la demanda de información por parte de la sociedad mexicana, el equipo de reporteros y corresponsales de la Agencia Informativa Conacyt consultó a científicos, investigadores e ingenieros expertos que acumulan años de experiencia y conocimientos en el tema.
El resultado de este esfuerzo periodístico es un reportaje que ofrece, de manera muy concreta y puntual, respuestas y explicaciones de la voz de expertos —siempre basadas en evidencia científica, en estudios e investigaciones— sobre los terremotos, sus orígenes y sus efectos, para entender la situación que vivimos en este momento.
¿Por qué fue un terremoto tan devastador?
El investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jorge Flores Valdés, explicó que el sismo de 7.1 grados que sacudió este martes 19 diversos estados de la zona centro de México fue tan devastador porque el epicentro tuvo su origen entre los estados de Morelos y Puebla, a 120 kilómetros de la Ciudad de México.
"La energía que se libera con el movimiento de la tierra se dispersa y conforme aumenta la distancia, la intensidad de la onda sísmica va disminuyendo cada vez más. Es por esto que el sismo de este 19 de septiembre fue mucho más devastador que el que se registró el pasado 7 de septiembre, el cual a pesar de que fue de mayor magnitud, no causó muchos daños en la Ciudad de México, por el hecho de que el epicentro se localizó a más de 700 kilómetros de la capital del país", explicó.
¿Fue un choque de placas?
Un gran parte del territorio nacional está sobre el extremo suroeste de la placa Norteamericana, que entra en contacto con la placa de Cocos. Esta placa, de extraordinario dinamismo, avanza debajo de la Norteamericana, en un fenómeno conocido como subducción, que acumula energía y se libera en forma de terremotos.
Luis Quintanar Robles, investigador en el Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM, destacó que México es un país con una larga historia sísmica, con eventos recurrentes en las zonas afectadas por el sismo de este 19 de septiembre.
"México es un país sísmico y si lo vemos desde el punto de vista de ocurrencia de sismos fuertes en esa zona, no es el primero que se da. No es una sorpresa que ocurran sismos de esta magnitud, pero sí son poco frecuentes. El 24 de octubre de 1980, a alrededor de 50 kilómetros de distancia del epicentro de este 19, en Huajuapan de León, Oaxaca, ocurrió un sismo de 7.1 grados", explicó.
De acuerdo con el especialista, los sismos de mayor magnitud que se han presentado en México provienen de la costa del Pacífico; sin embargo, el evento ocurrido el 19 de septiembre se asocia a la subducción de la placa oceánica por debajo de la placa continental.
¿Fue un sismo trepidatorio u oscilatorio?
Calificar el sismo de este 19 de septiembre como trepidatorio u oscilatorio es incorrecto. De acuerdo con el doctor Quintanar Robles, tales palabras no existen para los sismólogos, debido a que los sismos se propagan por todas partes y provocan movimientos verticales y horizontales.
"Los sismólogos no utilizamos esos conceptos porque solo se trata de una cuestión de percepción. Los sismos mueven la tierra en todas las dimensiones, para un lado y para otro. En ese sentido, todos los movimientos de un sismo son de tipo tridimensional. Si tomamos como referencia el sismo (...) del día 7 de septiembre, que ocurrió a 700 kilómetros de distancia de la Ciudad de México, lo sentimos con un movimiento más horizontal", explicó.
Destacó que el sismo del 19 de septiembre ocurrió a 120 kilómetros de distancia, por lo que el movimiento que prevaleció fue de tipo vertical, es decir, "se sintió un jalón hacia abajo, como si nos quitaran el piso, ese es un movimiento vertical evidente y típico de los lugares que están cerca del epicentro. Todos los sismos mueven el suelo en las tres dimensiones", destacó.
¿Por qué colapsaron edificios que resistieron el sismo de 1985?
El doctor Francisco Javier Núñez Cornú, investigador y coordinador de la maestría en geofísica del Centro Universitario de la Costa (CUCSur), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), habló sobre las principales afectaciones provocadas por el sismo.
"Por lo que he tenido la oportunidad de ver, las estructuras que se cayeron fueron edificios viejos que habían estado aguantando durante años, o simplemente edificaciones que tenían fallas estructurales, lo que contrasta con el resto de la ciudad, que se encuentra entera hasta cierto punto", expresó Núñez Cornú.
El investigador refirió que a pesar de que en México la ingeniería sísmica ha tenido un gran avance, existe gente que no respeta las normas de construcción requeridas para la construcción de edificios. Asimismo, resaltó la necesidad de realizar análisis de los lugares colapsados, incluyendo a los responsables del diseño, la autoridad responsable de otorgar los permisos y los encargados de su construcción.
En el mismo sentido, se expresa el maestro Gerardo Vargas, coordinador general del Observatorio en Puebla.
Para conocer si un edificio es seguro, primero se debe tener en cuenta el cumplimiento del reglamento de construcción. El siguiente paso es que cuando se haga la obra, esta debe respetar la solicitud de la licencia.
"Ahí hay un tema muy fuerte de supervisión, hacer responsable a un perito que indique si la construcción fue hecha de acuerdo al reglamento de construcción. Debe considerarse un seguro, que asegure el inmueble", califica.
Además, en el área metropolitana de la Ciudad de México "hay muchos edificios que en el sismo de 1985 fueron afectados, algunos se derrumbaron, otros se recomendó tirarlos y quedaron varios vigentes. Durante 1975 y 1978, hubo una reducción en el reglamento de construcción de la Ciudad de México y una nueva especificación. Después del sismo de 1985, nuevamente se hizo una revisión al reglamento de construcciones, y las especificaciones para construir se volvieron más exigentes", comentó.
¿Es una simple grieta o un daño estructural?
El doctor Eduardo Ismael Hernández, investigador académico del Departamento de Ingenierías de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), destacó la importancia de que la población pueda reconocer los verdaderos daños estructurales en sus viviendas.
Indicó que los elementos estructurales son aquellos que realmente proporcionan soporte a una edificación, mientras que los elementos no estructurales se refieren a los muros divisorios pero no de carga, o bien aquellos que funcionan como elemento de arquitectura estética.
"Las grietas o fisuras que presentan los muros divisorios no son daños estructurales, incluso si se vienen abajo. Por supuesto que requieren de reparación pero no condicionan la estructura del inmueble. Por eso le pedimos a la población estar atentos, si hay grietas en sentido diagonal deben considerarse pero si están en un elemento estructural como muro de carga, en una columna o trabe, pero no en un muro divisorio".
viernes, 15 de septiembre de 2017
"Forwardéame el mail", ¿amenaza el lenguaje digital nuestro idioma?
La especialista, también miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, consideró que el lenguaje de los medios digitales atiende a un principio de economía para entablar una comunicación rápida.
"Yo creo que el español goza de cabal salud, que vive en el mundo de los contactos y de las comunicaciones, por supuesto, y que hay un principio básico de economía: que la lengua tiene que llegar rápido y de manera eficiente, rapidísimo en los medios, y ese principio de economía ha estado generándose y está funcionando", aseveró.
Comparó el chat con la actividad de un escribano del siglo XVI que tomaba notas de acuerdo con lo que escuchaba, con múltiples abreviaturas e inventando lo que no entendía o escuchaba correctamente.
"Sí hay un problema de fondo que no tiene que ver con el chat: hemos abandonado la educación, intentar que nuestros jóvenes lean, abran mundos, imaginen, entonces somos lectores pasivos", consideró la experta.
La lengua, un patrimonio
"Siempre ha habido puristas, si la lengua no fuera patrimonio, nadie pensaría que es un tesoro que hay que defender, por eso son tan acaloradas las discusiones acerca de si se habla bien o mal el español, sobre si se pueden meter anglicismos, pero eso ha ocurrido siempre, no hay que escandalizarse", declaró.
Estimó que el hecho de que las lenguas sean patrimonios tangibles deriva en su defensa para conservarlas, lo que interpretó como una buena señal.
Sin embargo, Company opinó que "los puristas tienen la batalla perdida" ante el dinamismo del lenguaje de los jóvenes en los medios de comunicación digitales, fenómeno que calificó como "avasallador".
"Para mí no hay ni buenos ni malos, es nada más materia de estudio, hay que dejarlo sedimentar y dentro de unos años vamos a poder ver el efecto y habrá cambios lingüísticos seguramente interesantes como cualquier cambio, que van a ir reconfigurando la lengua española", comentó.
Enfatizó que para los lingüistas no hay clasificaciones como 'bueno', 'malo', 'correcto' o 'incorrecto', únicamente gramatical o agramatical, y todo lo que dicen los hablantes es considerado gramatical.
Ciudadanos y ciudadanas...
Respecto a las nuevas modalidades que ha incorporado al español el lenguaje incluyente o de género, la investigadora estimó que se privilegia la corrección política pero se incurre en ambigüedades.
"La sobreescritura que están pidiendo las feministas está generando ambigüedad, no está dando respeto, es decir, la desigualdad no se aminora escribiendo todo en masculino y femenino. La igualdad es que si yo soy mejor, me paguen mejor, si yo soy igual, me paguen igual, eso sí es igualdad", concluyó.